junio 16, 2009

Regalo de Navidad


En la calle se percibía el alboroto de la víspera de Navidad, el ir y venir de la gente con los preparativos de la cena, las apresuradas compras de última hora se podían observar a través de la ventana de la oficina, recién había terminado la hora de comer, se sentía un clima apacible en lo que a trabajo se refiere, al parecer la atención de toda la gente está en las compras y los pendientes de trabajo se hacen esperar, pasaba la hora de la comida pero todo seguía igual en tranquila soledad, algo de música para que el silencio no fuera tan ensordecedor, arreglando pendientes en la computadora de pronto un saludo se abrió -hacía poco mas de un mes que no hablábamos, la distancia cada vez se hace más grande y los encuentros mas difíciles- me preguntó dónde estaba y me dijo que probablemente me haría una visita, “¿Cuándo?” le pregunté, en “20 minutos mas o menos” respondió y se desconectó… cómo puede ser que en dos segundos sea capaz de alterar de ese modo mi ritmo cardíaco?!… me sentía ansiosa, mi cuerpo temblaba, las manos me sudaban, mi corazón latía rápidamente, mi estómago se hacía nudo, no estaba segura de verlo pero deseaba con todas mis ganas que apareciera por esa puerta, aunque intentaba controlarme y prefería no hacerme demasiadas ilusiones, habían transcurrido los mas largos 20 minutos de mi vida, pensé que de nuevo no habría podido zafarse de algún compromiso, en fin, de pronto se asomó por la ventana y tocó la puerta, ahí estaba ¡por fin!, abrí de prisa, me sonrió y me lancé a su cuello besándolo con todas las ganas que me había guardado todo ese tiempo, me tomó de la cintura y me llevó despacio detrás del escritorio, me giró apretando mi espalda contra su pecho a tiempo que besaba mi cuello y colaba sus manos por debajo de mi blusa, desabrochó mi pantalón, una de sus manos se abría paso por debajo de mi panty en lo que me susurraba al oído que aun cuando no pudiéramos vernos yo seguía presente, podía sentir su deseo, cierta parte de su cuerpo parecía tener vida propia, me llevó hasta el baño y me puso contra la pared, bajó mi pantalón y hundió su lengua entre mis piernas acariciando simultáneamente mis senos, el calor y la humedad no se hicieron esperar pudo beberse mi esencia… a prisa quité su pantalón y me monté sobre él, cual amazona cabalgué por su hombría sintiendo como llenaba mi ser, mordiendo sus labios, saboreando su lengua, veía ese gesto de placer que tan grabado ha quedado en mi mente, escuchaba su respiración entrecortada y el pulso a tope, cerraba sus ojos con fuerza, podía ver como su excitación iba creciendo y podía sentir su furia dentro en cada arqueo de su cadera, un gemido apagó el silencio y sin fuerza quedó tendido me derrumbé sobre él mientras acariciaba mi espalda y probaba de nuevo sus dulces labios… este año mi regalo llegó por adelantado… ¿Quién dice que Santa Claus no existe?.

6 comentarios:

  1. Joder con tu sobrina... jajajajaja. Le partio la ceja??? Vaya tela, como para meterse con ella, no???

    Precioso tu blog, me encanta.

    Un saludito.

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  2. Por eso y muchas cosas más, ven a mi casa esta Navidad ,,, =P


    buen miercoles tambien para ti,,,

    saludos,,,

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  3. Nos pueden alterar hasta en menos de dos segundos, que poder tienen.
    Besos!

    DEDOS QUIETOS

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  4. valió la pena que nosotros tus lectores hayamos tenido que esperar seis meses,
    cuéntame en secreto que planeas para estas fiestas,
    besos

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  5. " Quizá fuera un grato desliz... pero al abrir sus piernas me dejó atrapado en su deseo, y sentí como se corría entre mis labios dejando más que un delicioso sabor...puedo probar una vez más...? "

    Don Juan De Marco.

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  6. Niñaa ¡qué cosa! me encantan tus relatos, me dejas viendo estrellitas y con ganas de marcar mi número mágico.

    ¡Bisous linda!

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