En general tengo buena memoria, con él todavía más, le observo con detenimiento, me gusta aprendérmelo, podría reproducir casi textual muchas de mis conversaciones con él, pero hay instantes que se han quedado como una fotografía en mi memoria, que sé permanecerán intactos a pesar del tiempo y las circunstancias; ese día en la penumbra de la noche es uno de esos momentos, verlo echarse para atrás en el asiento trasero de mi coche, exhausto, con esa expresión de encontrarse totalmente pleno y satisfecho con el aliento entrecortado diciendo "No esperaba tener un día cómo este!" hizo que cada segundo de espera valiera la pena.
"Tengo mil defectos, pero puedo compensarlos con mil y una sorpresas. Relájate y déjate sorprender"