Tercia de reyes

Quizá sean muchos o pocos los hombres que se han cruzado en mi camino, no lo sé, nunca he sido enamoradiza, siempre fui fiel en mis relaciones, pero ahora… ahora que el tiempo ha pasado, ahora que he crecido, ahora que he roto tabúes, ahora que disfruto de mi libertad sin cruzar la delgada línea que lo convierta en libertinaje, mi perspectiva es distinta.
En los últimos años han llegado a mi vida tres hombres, cada uno en momento distinto, quizá alguna veces han coincidido, me atrevo a decir que hasta ahora han sido los más importantes, me queda muy clara la situación con cada uno, los límites están bien establecidos, pero a pesar de que el sentimiento por cada uno es distinto no puedo evitar desearlos por igual.


Uno me cobija en los momentos de soledad, es el único del que su abrazo todo lo puede curar, no existe nadie mas que la palabra precisa que dé apoyo y consuelo sepa expresar, dormir en sus brazos es lo mejor que me puede pasar, con sus bromas y risas me hace olvidar, tiernas caricias a la hora de amar, aprendiendo juntos en cada despertar.

Otro representa lo prohibido… el deseo, el jugueteo de la seducción, gracia y astucia para conquistar, manos delicadas que saben donde tocar, me analiza para provocar, estrategia para desnudar, encuentros furtivos que no puedo parar.

Otro un CABRON! la lujuria y la pasión, un reto en cada ocasión, lengua de fuego, boca que voraz me devora y manos que me estrujan sin piedad, lucha de poderes que logra excitar en cada encuentro fugaz.

Ternura, deseo, pasión, sentimientos y sensaciones provocando una revolución, adictiva combinación que produce en mi cuerpo más de una reacción, sonrío al recordar, muerdo mi labio inferior y de nuevo vuela mi imaginación, esperando para la próxima ocasión.