julio 08, 2009

Como si el tiempo no hubiera pasado

Acogedora tarde del mes de Julio, el cielo nos favorecía mostrando unas nubes que ocultaban los rayos del sol la mayor parte del tiempo, algo de calor y no solo me refiero al clima… escuché el motor de su carro al llegar, se paró en la puerta y esperó que le invitara a pasar, no hice ningún movimiento hacia a él, solo lo saludé de manera normal, ni siquiera un beso en la mejilla le di tan solo sonreí, no parecía que teníamos varios meses sin vernos, entró y se paró junto a mi, mostrando también un poco de indiferencia, a los pocos minutos su pierna empezó a rozar la mía, jugueteábamos un poco con las palabras, estaba bastante callado, no sé si no tenía nada que decir o simplemente no podía pensar en nada mas que no fueran las ganas que tenía de tomarme de inmediato. La tensión sexual se podía percibir en el ambiente, despacio fue acercando su mano a la mía sin tocarla y en un movimiento lo rocé, de inmediato cerró su mano para no dejar escapar la mía, pero no mostré demasiado interés, se plantó delante de mi y lentamente fue acercándose a mis labios sin desviar sus ojos de los míos, su mano lentamente fue subiendo por mis muslos hasta tocarme por encima de la tanga, sentir sus dedos tocando parte piel parte encaje era una sensación deliciosa, su lengua jugueteaba con la mía, lamia mis labios, entraba en mi boca, sus dedos apartaban mi tanga, su lengua se abría paso en mi boca, enredaba la mía, yo le mordía los labios, su dedo se deslizo fácilmente por la humedad que había, me rodeaba por la cintura, mis manos desabotonaban su camisa en un intento fallido por separarme un poco de él para tomar un respiro, me aprisiono mas fuerte contra su cuerpo, se robó mi aliento en un profundo beso ahogando el gemido que intentaba escapar al sentirlo hundirse en mis adentros, cerré mis piernas por instinto pero era demasiado tarde ya había irrumpido en mi cuerpo, mis uñas se aferraban a su espalda arañando el deseo, me recostó sobre el sofá desviviéndose en frenéticas caricias, mis manos buscaban su cuerpo, su lengua recorría mi pecho, olores se desprendían de nuestros cuerpos, quería sentir su furia dentro pero me hizo esperar hasta que mis ansias no soportaran más el momento, aaaaah! Esa forma que tiene de dominarme!.



Se puso de pie halándome mientras me giraba pegando mi cuerpo a su pecho podía sentir su afán en mi trasero, en tanto escuchaba sus jadeos en mi oído, no pudo resistir mucho más para dar la primera embestida doblando mi cuerpo una mano me acariciaba la entre pierna, la otra en los senos y me mordía la oreja, sentía su calor en mi cuerpo, los gemidos llenaban la habitación, me puso de no sé cuantas formas, perdí la noción del tiempo, un orgasmo tras otro, mi voz ya no salía, sed, sudor, espasmos… casi exhausta me arrodille entre sus piernas con mirada viciosa intentando saciar mi sed con su néctar, clavó sus ojos en los míos sonriendo pícaramente mientras lo metía en mi boca y después de no se cuantos gemidos con voz entrecortada dijo “eres una diablita” .

Aún queda el vestigio de su sabor en mis labios, su aroma se ha impregnado en mi piel, estremecimientos que todavía siento al recordar el momento y la marca de sus besos en mi cuerpo.

4 comentarios:

  1. A veces como que son buenas las ausencias... ;)
    Muchos besos

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  2. Buena marca la de los besos en la piel

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  3. ¡Ayy, ayyy! ¡niña! que me dejas con las ideas calientitas jajaja (por decir algo).

    Muchos bisous.

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