julio 22, 2009

Ejercitando... la vista!

Salí de la oficina minutos antes de lo habitual, visitas familiares en donde en realidad no tenía muchas ganas de estar, la impaciencia me dominaba, pensamientos rondaban por mi mente haciéndose él presente, creo que fue bastante notorio porque alguien me dijo “tienes cara de travesura, ¿qué hiciste?” nada, respondí – nada todavía, pensé; esa tarde en particular mis ganas de verlo no podían esperar, tal vez era el hecho de saberlo tan cerca, me levanté y salí de ahí necesitaba caminar y respirar, pensé en ir a saludar a un amigo que vive a unas calles de donde me encontraba, quería un poco de distracción pero tal pareciera que todo se ordenaba para que siguiera mis impulsos… mi amigo no estaba, continué caminando buscando una cafetería que está por el lugar al doblar la esquina no pude o mas bien no quise evitarlo, sabía donde podía encontrarlo, sabía estaba ahí, sabía que podía verlo, después de todo era lo único que quería en ese momento, no necesitaba un beso, no necesitaba un abrazo, no necesitaba una mirada, no necesitaba una palabra, me bastaba con observarlo. Entré al estacionamiento buscando su vehículo para asegurarme que se encontraba dentro, no me fue difícil encontrarlo, me dirigí a la recepción y pregunté quien podía darme informes fingiendo interés, mientras quien me atendió en la recepción me mostraba tarifas, horarios y me explicaba no sé que más, mis ojos empezaron como radar, sabía que estaba ahí pero no lograba ubicarlo, el instructor seguía hablando y yo seguía fingiendo estar escuchando, de pronto… no sé de donde salió pero ahí estaba, quedaba justo frente a mi a unos metros de la recepción, se encontraba de pie al lado de uno de esos aparatos para hacer pesas o algo así, eso es lo de menos, en ese momento los ruidos del lugar se escuchaban lejos, era como ver una fotografía de esas donde solo hay una persona en primer plano y todo lo demás parece borroso, vestía su ropa de deportes negra, a pesar de no estar cerca podía ver como el sudor le corría por el cuerpo, lo cual sin duda fue un detonante para mis recuerdos, casi podía percibir su olor, yo solo observaba cada gesto, cada movimiento mientras él hablaba con alguien y sonreía… sentí un hormigueo recorriendo mi cuerpo y miles de sensaciones me invadieron… detesto que sea capaz de provocarme tantas sensaciones con tan solo verlo… ¿a quién quiero engañar? La verdad es que es emocionante, si no fuera así este juego habría terminado desde hace tiempo.
Seguí observándolo por un rato, el no pudo percatarse de mi presencia, jamás se imaginaría que estuve ahí… me pregunto ¿qué pensaría de enterarse?...

3 comentarios:

  1. Lo que importa es todo lo que tu pensaste...
    Tu tienes mejores armas como desarmarlo.

    Besos

    ResponderEliminar
  2. Ahora te toco CAER EN LA TENTACION. ¡A saber que habría pensado! (igual y se desmaya jeje), lo interesante es que lo disfrutaste ^_=

    ¡Bisous linda!

    ResponderEliminar
  3. Las sensaciones de su cuerpo hubieran hecho temblar el lugar.

    Un gran saludo.

    ResponderEliminar

Anda déjame un suspiro...