Hay momentos en los que la soledad pesa, en los que observas a tu alrededor
y no encuentras unos brazos que te
sostengan para no caer, en los que no suena una llamada que pregunte si te ha
ido bien, en los que al final del día no hay nadie a quién le preocupe si
llegaste o no, si has comido o dormido, noches en las que no importa si una
lágrima cae o un sollozo rompe el silencio, después de todo nadie está ahí para
escucharlo.
julio 27, 2013
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me pasa lo mismo... pero sabes? he decidido no derramar ni una lágrima mas x él... si no está a tu lado para secarlas es que no las merece
ResponderEliminarLa soledad pesa, abruma, inquieta, pero sólo hay que aguantarla un tiempo prudente, después ignorarla.
ResponderEliminarUn dulce beso para ti.
Es cuestión de ejercicio. Cuanto más haces menos notas el peso. Claro que a mi no, que no me gusta ir al gym, preferiría dejarla de lado y, todo lo más, llevarla cómodamente en un carrito mientras tomo cervezas con los amigos. La soledad suele ser más liviana en la calle.
ResponderEliminaranimo mucho animo
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