Sentada en aquel café intento concentrarme en mi quehacer mientras lo espero, intento fallido!, la ansiedad me invade, miro el reloj, aún faltan unos minutos parece que el tiempo se ha puesto en mi contra y permanece inmóvil. Finalmente las 12:00… Me gusta verlo venir hacia mí, mi respiración se agita y me es imposible contener la sonrisa, todo alrededor desaparece y me quedo sólo con el sabor de sus labios, me gusta tenerlo al lado, compartir un café con él, pero sobre todo me gusta provocarle y ver su reacción, sentir el sudor de sus manos, por momentos parece que se pone nervioso, la tensión sexual está en el aire si pudiéramos saltaríamos encima uno del otro, pero las condiciones no son propicias en este instante, ha sido apenas un breve escape.
marzo 29, 2011
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sencillamente maravilloso!!!!!!
ResponderEliminarQué dificil es la espera y cuantos beneficios trae tras ella.
ResponderEliminarA tus PIES
en esta manera de decir el café mío se esta saboreando de vos, besos
ResponderEliminarTranquilidad y café...no sé yo.
ResponderEliminarmantenerse en ese momento tan excitado, llegará a ser aun más ardiente el reencuentro, de eso no hay duda.
ResponderEliminarEl placer es todavia mayor cuando te ves obligado a guardar las formas y despues puedes dar rienda suelta a tus deseos.
ResponderEliminarBexossss