Un beso, dos besos, más besos, muchos besos, las ganas no podían esperar, lo siento entre mis piernas mientras con una mirada coqueta me dice “estoy donde quiero estar” me tomó por la cintura acomodando mis piernas a sus costados “La Princesa, ahora está muy bien” porque él está justo donde quería que estuviera, me gusta cuando me hace cariños y me mima… Me lleva despacio a la cama y me recuesta sobre ella, acomodando mi cabello, los besos empiezan a descender lentamente mi falda se desliza por mis piernas para terminar en algún sitio de la habitación, siento sus manos recorriéndome con suavidad, rondan por mi espalda, sus labios bajan despacio desde mi cuello un gemido se escapa, no lo puedo contener, mi cuerpo se eriza, mi espalda se arquea de forma involuntaria, esa deliciosa sensación que me provoca su lengua cuando acaricia mi espalda me puede enloquecer, se recuesta a mi costado y me abraza, mis labios buscan los suyos, bajo maliciosa por su torso mientras sostengo sus manos para que no pueda moverse y me arrodillo entre sus piernas, me gusta provocarlo, ver el placer que se dibuja en su cara cuando me siente, lo acomodo entre mi pecho y la humedad de mi lengua lo envuelve, creo q no puede resistirlo mucho y en un arqueo se gira para ponerse a mis espaldas, siento como el placer inunda mi cuerpo despacio, sus manos viajan de mis senos a mi cintura una y otra vez, los gemidos se convierten en gritos cuando llega hasta lo mas profundo de mi ser, mi cuerpo tiembla en una mezcla de sensaciones, me aferro a las sábanas, la música desaparece… siento su cuerpo caer sobre el mío… bañados en sudor intentamos recuperar el aliento.
Por cierto… sí, yo también te extrañé… un poquito más de lo que pensé.
♫ ♬ ♪ Nuevos ojos, nueva piel, nuevas las manos del placer, van metiéndose y de a poco dominando♫ ♬ ♪