La vez anterior que nos vimos preguntaste: “¿Por qué él si y yo no?”; en ese momento no pude responder, quizá porque no acostumbro establecer comparaciones, son personas distintas y situaciones distintas, no espero que uno actúe como el otro, pero si tanta curiosidad tienes te voy a decir porque él sí…
Porque hasta ahora cuando he tenido algún problema, he estado triste o enojada, me ha puesto atención, por máaaas ocupado que esté, hasta ahora se ha dado aunque sea 5 minutos para decir algo que pueda hacerme sentir mejor, porque aunque sea una tontería quizá, me conoce lo suficiente como para saber que para mi es importante y procura decir algo que me conforte o que me saque del estado en el que me encuentro.
Porque no solo se trata de sexo, porque también podemos hablar de alguna noticia que salió en los periódicos, de trabajo, de una película, de comida, de alguna situación que se nos haya presentado, de vivencias que hemos tenido o discutir algún concepto.
Porque él es tierno, porque en ocasiones tan solo me abraza y me besa suavemente, porque sus besos no solo pueden ser llenos de deseo y pasión, también pueden ser dulces, también pueden darme paz.
Porque aun cuando haya cosas que no me diga por la naturaleza de nuestra relación no inventa historias que no son ciertas, porque cuando hay algo que no quiere responder contesta con una evasiva o un gesto y sé que es un tema que no le agrada, pero no inventa cosas solo para salir del paso.
Porque a él puedo mirarlo a los ojos y decirle “Me encantas” y no por eso adopta una actitud soberbia, ni se vanagloria de eso pensando que con tronar los dedos va obtener lo que sea.
Porque él me sorprende, porque aparece cuando no lo espero, porque no siempre puedo predecir sus reacciones, porque me divierte con sus ocurrencias, porque me seduce su coquetería.
Porque con él hay complicidad, porque me hace sentir deseada, porque me demuestra que le gusto, porque aunque esté triste y llorosa me encuentra bonita, porque la forma en la que él me ve no esta se acerca ni siquiera un poco a la tuya.
Porque él… él me hace temblar y eso, en este momento, nadie más lo hace.
Porque hasta ahora cuando he tenido algún problema, he estado triste o enojada, me ha puesto atención, por máaaas ocupado que esté, hasta ahora se ha dado aunque sea 5 minutos para decir algo que pueda hacerme sentir mejor, porque aunque sea una tontería quizá, me conoce lo suficiente como para saber que para mi es importante y procura decir algo que me conforte o que me saque del estado en el que me encuentro.
Porque no solo se trata de sexo, porque también podemos hablar de alguna noticia que salió en los periódicos, de trabajo, de una película, de comida, de alguna situación que se nos haya presentado, de vivencias que hemos tenido o discutir algún concepto.
Porque él es tierno, porque en ocasiones tan solo me abraza y me besa suavemente, porque sus besos no solo pueden ser llenos de deseo y pasión, también pueden ser dulces, también pueden darme paz.
Porque aun cuando haya cosas que no me diga por la naturaleza de nuestra relación no inventa historias que no son ciertas, porque cuando hay algo que no quiere responder contesta con una evasiva o un gesto y sé que es un tema que no le agrada, pero no inventa cosas solo para salir del paso.
Porque a él puedo mirarlo a los ojos y decirle “Me encantas” y no por eso adopta una actitud soberbia, ni se vanagloria de eso pensando que con tronar los dedos va obtener lo que sea.
Porque él me sorprende, porque aparece cuando no lo espero, porque no siempre puedo predecir sus reacciones, porque me divierte con sus ocurrencias, porque me seduce su coquetería.
Porque con él hay complicidad, porque me hace sentir deseada, porque me demuestra que le gusto, porque aunque esté triste y llorosa me encuentra bonita, porque la forma en la que él me ve no esta se acerca ni siquiera un poco a la tuya.
Porque él… él me hace temblar y eso, en este momento, nadie más lo hace.